Los cubiertos de nuestra casa son una de esas cosas que sólo compramos una vez en nuestra vida. Algunos los conservamos de regalo de bodas, ¡o incluso los hemos heredado de algún familiar! Por mucho que los tenedores sigan pinchando y las cucharas no tengan agujeros, el paso de los años también se nota en nuestros cubiertos de toda la vida. Con el mero uso del lavavajillas pueden perder brillo o llegar a oxidarse. Por ello te traemos un truco estupendo para que queden como nuevos. ¡Será como estrenarlos de nuevo!
Para este truco sólo vamos a necesitar un barreño o recipiente donde colocar tus cubiertos de metal, bicarbonato y por supuesto… ¡Vinagre de limpieza Agerul!
- Coloca tus cubiertos en un recipiente
Coloca los cubiertos que quieras dejar como nuevos en un barreño o incluso una bandeja profunda. Es importante colocarlos en un lugar donde puedan reposar durante un tiempo y los productos no salgan, para evitar desperdiciarlos. - Rocíalos con bicarbonato
Abre el bote de bicarbonato en polvo y espárcelo sobre los cubiertos. Asegúrate de que las partes más dañadas quedan cubiertas. - Añade un buen chorreón de Vinagre de Limpieza Agerul
¡Llegó el momento del Vinagre! Echa el producto sobre los cubiertos bañados por el bicarbonato de manera que los dos productos se mezclen para conseguir los resultados que queremos. - Deja reposar al menos una hora
Si eres muy impaciente, seguro que estarás deseando saber cómo quedan, pero debes esperar al menos una hora para conseguir ese brillo alucinante que pensabas que no volverías a ver en tus cubiertos. - Frota suavemente
Con un estropajo de esponja frota suavemente la mezcla de ambos productos por cada uno de los cubiertos que quieras limpiar una vez haya acabado el tiempo de reposo. - Enjuaga, seca… ¡Y listo!
¡Ya estaría! Sólo hace falta enjuagar con agua del grifo y secarlos con un paño para ver cómo de esta manera tan sencilla hemos devuelto su brillo original a nuestros cubiertos.